
La ceremonia contó con la participación de escuelas y vecinos y vecinas integrantes de pueblos originarios
La Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Ushuaia llevó adelante en el Espacio de la Memoria ubicado en el Paseo de las Rosas el acto en conmemoración por el “Día del Genocidio Selk’nam”.
Dicha ceremonia, que contó con la presencia de la secretaria de Cultura y Educación, Belén Molina, el secretario de Gobierno, César Molina, el secretario de Asuntos Malvinas, VGM Dante Asili, el secretario de Relaciones Parlamentarias y Articulación Política, Omar Becerra, la subsecretaria de Cultura y miembro de la comunidad Selk’nam, Vanina Ojeda, el concejal Nicolás Pelloli, el investigador y escritor parte del Museo del Fin del Mundo, Victor Vargas, así como representantes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad e integrantes del pueblo Yagán, escuelas de la ciudad y descendientes de pueblos originarios, recordó el Genocidio de San Sebastián de 1886, establecido como jornada de duelo con bandera a media asta por la Ley Provincial N° 1.389.
Belén Molina, secretaria de Cultura y Educación, resaltó que “esta tiene que ser una jornada de luto no solamente para los pueblos originarios, sino para todo el pueblo fueguino. Celebro que hoy nos acompañe Victor Vargas, que hace un gran trabajo visibilizando la historia muchas veces oculta que hoy buscamos visibilizar. En esa relevancia y lucha que nos antecede y trasciende, compartimos este lugar de reflexión junto a todos y todas, así como el trabajo que realizamos junto a las escuelas con el programa de Pueblos Originarios, contándoles esta historia. En estos tiempos que corren, donde hay una amenaza latente de pueblos foráneos, me parece fundamental encontrar puntos de unión y similitudes entre nosotros, fortaleciendo ‘lo nuestro’”.
Por su parte la subsecretaria de Cultura de la Municipalidad de Ushuaia e integrante del pueblo Selk’nam, Vanina Ojeda, señaló que “conocer y respetar nuestra historia local, esa historia que fue ocultada, es fundamental para construir identidad y memoria en Tierra del Fuego”. Recordó que “a través del Programa de Pueblos Originarios en las escuelas y del trabajo junto a las comunidades Yagán y Selk’nam, las y los jóvenes se forman para transmitir cómo se construyó esta provincia sobre territorios habitados por pueblos preexistentes”.
Ojeda remarcó que “nombrar las masacres de San Sebastián, Cauchicol, Punta María, Cabo Domingo y los secuestros de nuestras y nuestros antepasados para ser exhibidos en zoológicos humanos en Europa es un acto de justicia histórica, porque durante mucho tiempo se nos negó la posibilidad de hablar de este genocidio”. Agregó que “también hubo violencias como los cambios de identidad y las conversiones forzadas: mi tatarabuela se llamaba Alkan, pero en su fe de bautismo aparece como Cristina, un nombre impuesto, como les sucedió a muchos otros hermanos y hermanas del pueblo”.
“Hoy podemos decir con claridad lo que pasó y celebrar que estas instancias de memoria se multipliquen en la comunidad”, afirmó. “Nos queda mucho por hacer, pero vamos a seguir trabajando, escuchando a nuestras ancianas, aprendiendo del territorio y levantando la bandera de la sabiduría de los pueblos originarios para que nunca más se silencie nuestra voz”.

